El consumidor digital se le llama así a todas las personas que están; ‘hiperconectadas e hiperinformadas’.
La infinidad de contenido que se mueve en los motores de búsqueda, en la web y en las redes sociales hace que por fuerza en el usuario tenga la necesidad de informarse, leer opiniones, estudiar, aprender, distraerse, buscar información de un producto o servicio y barajar todas las opciones posibles hasta asegurarse de que va a tomar la decisión de realizar una compra correcta y que sea de su agrado en el precio.
Para realizar la investigación y acumulación de información pre transaccional, el dispositivo favorito de la mayoría de las personas es el smartphone (cualquier celular conectado a internet). Sin embargo, aún existe una especie de inseguridad o falta de comodidad para realizar la compra mediante el móvil. Es por eso los consumidores suelen preferir una computadora normal conectada a la red para cerrar el proceso de compra de un servicio o producto online.
Es un error pensar que el proceso de compra en Internet es algo sencillo y directo. Nuestra ruta de compra es compleja y está sujeta a muchas variables.
A menudo no sentimos la necesidad de algo hasta que se estimula esta necesidad, otras veces sabemos lo que necesitamos, pero no podemos obtener ese algo de inmediato (por ejemplo, automóvil, casa, viaje) porque primero tenemos que hacer una investigación cuidadosa y comparar las varias ofertas que el mercado nos ofrece.
El viaje del consumidor parte de la Conciencia, es decir, la Conciencia de la existencia del producto o servicio a través de alguna publicidad online, el boca a boca o una búsqueda en Google. A partir de aquí comienza la Consideración, que es la intención de comprar online un producto o servicio, la verificación de las diversas hipótesis y la recopilación de información.
La primera es la voluntad real de comprar y la segunda la decisión de compra. Es difícil establecer un período de tiempo que el consumidor digital necesita para concluir una compra: puede durar desde unos minutos hasta días e incluso meses.
Cuando el consumidor ya está muy bien informado y decidido a comprar servicios o productos online es gracias por los estímulos publicitarios de las marcas o empresas que implementaron las estrategias de marketing como por ejemplo:
* Optimización de motores de búsqueda
* Correo de propaganda
* Marketing en redes sociales (no basta con decirse a sí mismo «¡Tengo una bonita página de Facebook!»)
* Creación de alianzas
* SEM
* Marketing de contenidos.
La web es un mundo de infinitas posibilidades, por lo que no podemos limitarnos a un solo canal, a una sola táctica para constituir la presencia y visibilidad online de nuestro negocio.
Como ya dijimos, las elecciones humanas están influenciadas por muchos factores, a veces toman mucho tiempo y son complejas. Hoy la Red es una relación continua.
¿Cómo se construyen las relaciones? Debemos ser capaces de dejar que el consumidor encuentre, intrigue y acerque al consumidor a nuestra realidad.
No debemos pensar que un sitio web de una marca es suficiente para la presencia de nuestro negocio online y para adquirir nuevos clientes. Por supuesto, es fundamental, pero también hay otras herramientas y estrategias que implementar.
Otro concepto que valora el consumidor digital actual es la garantía que te da esa marca o empresa al venderte un servicio o producto, lo cual está muy relacionado con la confianza. Estos clientes también buscan rapidez, facilidad y sencillez al momento de adquirir o comprar online; Recuerde que Internet cada vez está más caracterizado por la usabilidad y la facilidad de navegar en la red o realizar cualquier compra.
Osvaldo Alberti
Chief Executive Officer (CEO)
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